LA BRETAÑITA

La Bretañita procede del francés “petite Bretagne” que significa pequeña Bretaña. Ubicada en el extremo oeste de Francia, Bretaña es una región conocida por sus hermosas costas, sus paisajes y pasteles. Entre la playa y el puerto deportivo, Isabelle e Arnaud le da la bienvenida a compartir estas especialidades francesas en un ambiente agradable y acogedor. Enamorado de España y, en particular de Murcia desde siempre, Arnaud se compromete en trabajar con productos locales, combinando así el "French Touch", con sabores de España.

Por un lado dejando la playa con los niños o para una velada con amigos, la Bretañita de Puerto de Mazarron es el restaurante.

Un bello lugar para disfrutar de una buena comida. refrescante brisa cada vez hemos estado aquí (en junio, julio y agosto) mientras nos sentamos afuera. Muy buen servicio del personal. Un buen menú. La única desventaja es que para nosotros fue la falta de elección para 4 años pero el personal intentó satisfacer. He ido muchas veces durante dos estancias en Mazarrón. Lo recomiendo.

Opinión escrita el 18 agosto 2012

Perfecta ubicación en el puerto deportivo de Mazarrón, magníficas vistas mientras come con vistas a la playa y yates en el puerto. El servicio era fantástico y la comida igual de bueno. Gallettes Filled muy agradables y las crepes dulces de postre también una delicia. Vino de la casa una verdadera ganga y por tres platos y bebidas para dos personas, la factura era sólo 40 euros. Sin duda volveremos en nuestra próxima visita a Mazarrón.

Opinión escrita el 24 octubre 2011

En una hermosa ubicación en el nuevo puerto deportivo, se puede optar por sentarse en cualquiera de la marina o junto a la playa con preciosas vistas a la bahía de Mazarrón. En E12.50 el menu del dia es un poco más caro que la mayoría de los restaurantes en Puerto de Mazarron, pero bien vale la pena el extra. Si las tapas son en el menú no te pierdas esta maravillosa selección de platos de estilo francés, muy bien presentado. Los platos principales incluyen generalmente pescado perfectamente cocinado en papillote y una selección de gallettes llenas en el menú a la carta. Los postres son caseros y otra vez la presentación es precioso. El precio incluye una bebida, un pequeño pre-arranque y una cesta de pan fresco. El servicio es amable y acogedor, que hace sentir el almuerzo como una ocasión muy especial.

Opinión escrita el 19 octubre 2011